divendres, 21 de març del 2014

La estrella Mira Ceti, el astro gigantesco que aparece y desaparece



El cuadrado blanco representa a la estrella Mira Ceti en su posición en la constelación de: La Ballena.


Una noche de finales del pasado verano estuve acompañando a un grupo de personas interesadas en mirar el cielo nocturno. Después de que todas nuestras pupilas se acostumbraran a la oscuridad iniciamos la observación de una estrella muy particular y escurridiza. -¿Sabéis lo que significa Mira?- Pregunté al grupo. Un hombre de mediana edad, alto y fuerte, alzó la mano y luego me contestó sin dudar: -¡Es un municipio de Cuenca, a 110 Km de la ciudad!- Pero sin dejar tiempo para contestarle, una joven, de cabellos negros y largos que hacía poco tiempo había estado en Italia, mirándome con cara sonriente, con voz suave, modulada y con sonsonete, me dijo : - ¡Es una comuna italiana de la provincia de Venecia! - Un joven de pelo rojo, con pecas y las mangas de la camisa arremangadas, a pesar de la frescura de la noche, sentenció: -¡Mira, Mira ..... creo recordar que es un ciudad portuguesa cerca de Coímbra y un río, igualmente portugués, que después de viajar más de 140 Km desemboca en el Océano Atlántico!- Me quedé asombrado un buen rato por la avalancha de respuestas inesperadas, pensando en que obsesión que tiene todo el mundo por viajar. Seguí pensativo, preguntándome por qué había iniciado aquella sesión observacional con aquella pregunta, si todos aquellas personas que tenía delante de mí, bajo un cielo muy oscuro, sabían mucho más que yo de la palabra Mira.

Mira Ceti captada por el Hubble en 1997.


Por fin, enfoqué el telescopio hacia una estrella de color rojizo de la constelación de la Ballena, llamada Omicron Ceti y seguida durante 15 años por el astrónomo Johannes Hevelius, que quedó tan absorto e impresionado de sus insólitas características que le puso por nombre Mira, es decir "La Maravillosa". La estrella variable pulsante Mira Ceti aparece y desaparece periódicamente de nuestra vista cumpliendo un ciclo de once meses, pasando de verse a simple vista (magnitud visual de 2,0) a no verse en absoluto (magnitud visual de 10,0), si no utilizamos unos prismáticos o un telescopio. Esta gigante roja, a 420 años luz de nosotros, que contrae y expande de forma regular sus capas más externas, varía su tamaño y temperatura, por lo que, su brillo igualmente varía con el tiempo y ahora se halla en las últimas fases de su vida, hinchándose tanto, que actualmente dispone de un tamaño 600 veces superior a la de nuestro Sol. El material perdido de “La Maravillosa” se transformará en una nebulosa planetaria, mientras que el cuerpo de la estrella se condensará en una enana blanca.

Estela de 13 años-luz de longitud, dejada por Mira Ceti en dirección a Mira B. NASA


Si en el lugar del Sol pusiéramos a Mira Ceti ocuparía todo el espacio hasta más allá de la órbita de Marte. Pero este astro aún guarda otras maravillas cósmicas. Cerca de él hay una vecina en el estadio de enana blanca, un cuerpo pequeño, muy apretado y en fase de extinción, que estira materia de Mira Ceti , creando una especie de puente gaseoso entre ambas estrellas. En el transcurso del tiempo Mira perderá suficiente materia para volver a un estado mucho más estable que el actual, hasta llegar a la fase de enana roja, expulsando toda su "atmósfera" estelar al espacio. En los años que siguieron al descubrimiento de la estrella Maravillosa en 1596, se han descubierto miles de estrellas de características similares a las de Mira Ceti y si durante este marzo y abril miráis a simple vista la constelación de la Ballena y comprobáis sus estrellas con un mapa, echaréis en falta al menos una. Y es que la variable Mira, ahora es débil y no es visible, por lo que será necesario esperar hasta el próximo mes de junio para poder admirarla sin aparatos ópticos.

Rastro de material dejado por Mira Ceti.


Después de que las veintidós dos personas que había en el grupo vieran, desde el ocular del telescopio , este cuerpo estelar y hablar sobre su evolución y comportamiento, uno de los asistentes, muy bien vestido para la sesión astronómica nocturna y que no había abierto la boca durante toda la sesión observacional, se acerca a mí, con expresión franca y al oído me susurró : - Mira es una ciudad del norte de Ecuador junto a la frontera colombiana y cuenta con un mirador natural hacia la cordillera andina y por este motivo se le llama "El Balcón de los Andes ", hace tres años estuve allí, con mi esposa- No supe que contestarle y seguimos con el programa de observación que teníamos previsto. 




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